Caminantes

Caminantes del destino, 

no se callen...

Bohemios enamorados del amor,

no dejen apaciguar el fuego 

de sus ojos...

Utópicos incansables, 

no dejen abatir sus conquistas

imaginarias, tan irrealemente inundadas

de verdades auténticas...

Que nuestros niños sigan existiendo

frescos y constantes, recordándonos

en cada mirada lo sencilla que es la felicidad...

Vertiginosos tiempos, de dulces melodías

aturdidos estamos desandando caminos, 

construyendo círculos de amor, 

destruyendo esquemas...

Sigamos preguntándonos,

una y mil veces más por qué, por qué, por qué...

Yo solo se desear, 

yo solo se soñar...

Hermanos, no apaciguemos nuestras almas,

mantengamos en constante revolución.