- ¿Tú crees sinceramente crees que es posible?
- No solo eso che, creo que lo estamos haciendo en cada gesto.
- ¿De que forma decís vos que lo estamos haciendo?, porque, la verdad, a veces me siento confundido sobre la real influencia de nuestras actuaciones.
- Y mira, yo creo que somos un conjunto de sujetos explotando microesferas de lo real. A ver… como explicar en palabras el modo en el que concibo este proceso. Por ejemplo, esa señora el otro día, la que nos quiso matar con su discurso, y nos trató de voltear con su postura.
- Si, si, ni me hables, esas cosas a veces te quitan la fuerza.
- ¡No! Ahí está el error, no nos quita la fuerza, porque ella no es culpable de su análisis de lo real, pero en su obstinación por defender sus márgenes establecidos, se fue debilitando su concepción y a pesar de que no nos consintió, nos aceptó como una variante de lo real.
- ¿Y qué ganamos con que ella nos allá “reconocido”?, ¿qué es lo que logramos con que la gente nos mire con ternura y nos avale, como si fuera necesario su consentimiento para que nosotros sigamos como necios peleándole al viento?
- Ahí esta, eso es. Nosotros no podemos pretender que el cambio sea de un día para otro. Somos prisioneros de nuestra historia que nos da carácter de sujetos político y humanos, no podemos distanciarnos de la amnesia y el terror que inundaron nuestro suelo.
- Perfecto. Sabemos que nuestra individualidad no vale cuando el cambio que buscamos es todo, no una parte. Ahora yo me planteo ¿de qué manera podemos activar conciencias con enemigos que ganaron todas las batallas del pasado, y aniquilaron a nuestros hermanos que de antaño ya se habían levantado en contra de la opresión?
- El nuestro va a ser un laburo de hormiga. Tenemos que empezar de a poco. No quieras todo ya. Te acordás que estabas haciendo hace un año, en esta misma época. Yo me acuerdo bien, estaba renegando con mi mente, cansada de la crítica sin acción, casada de la utopía que no encontraba canales realizables. Si che, yo estaba decepcionada de pies a cabeza de mi misma, porque no lograba, no, no podía. Y hoy míranos. Empieza por uno, y de ahí para afuera. Lo de este año fue el comienzo. Tenemos una victoria, digan lo que digan.
- Si, si. Como digas. Cambiaron muchas cosas de un tiempo a esta parte, muchos amores, nos dieron palabras para decorar nuestras frases, mucha injusticia inundó una vez más nuestra mirada, tenemos muchas certezas, tenemos muchas, vos sabes, broncas motorizadoras, pero sobre todo tenemos muchísimo amor para darle a este mundo. No puedo, sabes que me cuesta bocha todo esto. Es que, yo pienso… que tal vez… mañana.
- Nuestras armas son legítimas hermano mío. ¿Te acordás de la gente regocijándose de alegría porque un par de locos intervenían la peatonal de esta Córdoba (que vuelve a ser nuestra) regalando abrazos?, No te parece loco que la gente se alegre hasta el éxtasis por el abrazo de un extraño. Si eso no es quebrar esquemas ¿qué es?. Estamos atacando los micromundos-absurdos-frívolos-cansados de ya no esperar nada-más que el correr del tiempo; ahí esta nuestra fuerza.
- Es lindo pensar que tal vez lleguemos a algún corazón. Pero tumbarle la máscara a la realidad (irreal, irrelevante, vacía de afecto y diseñada arbitrariamente), es jodido. Nos estamos creyendo invencibles. ¿Vos realmente crees que podemos?...
- ¡Hay me haces enojar boludo!, ¿si vos no crees que es posible porque carajo peleas?, obvio que es posible, siempre y cuando, nuestras fuerzas –la que empezó ayer con ganas de no desaparecer- sea real y sincera. Yo creo que lo es.
- ¡UY!, se me vienen tantas cosas a la cabeza. Esas conversaciones, estas personas, no las cambio por nada, me hacen creer en mi locura, me hacen plantar como un gladiador en el coliseo, dispuesto a dejarlo todo por la paz.
- ¡Hay tanta verdad en los ojos de esta gente cumpa mío! Pásame otro amarguito y brindemos por la deconstrucción del mundo, por la creación de conciencias de amor, por la victoria de la memoria, por la lucha por la lucha, porque eso estamos haciendo –luchamos porque creemos que podemos, y lo único realmente importante es que nos motoriza la verdad-
