6 dic 2012

Carta de Amelia a su dios cielo:

Este gris de final y próximo comienzo me ha dejado un lío en la cabeza, ¿para qué eran las formalidades?...se que en algún momento me lo has explicado, juro no lo recuerdo.... ¿Vos sabes verdad? si, vos tenes que darte cuenta que son tontas y aburridas, ¿verdad?
Me gustaría mirarme los pies (y verlos) y nada más. ¡Si! mirar mis pies, tanto que tiene para decir. Resulta que si no doy el salto ellos no me dejan verlos, se han borrado.... y han prometido no volver hasta que yo no de el paso. Me acuerdo que hablamos, hace un tiempo, de algo de los pies y la tierra...pero no me quedo claro que hago con las alas. ¿Se pondrán de acuerdo el cielo y la tierra?
¿Al final los 100 pies lograrán liberarse de la tortura de solo tener pies?... (te acuerdas que no me deja dormir esa intriga. Pobres cine pies, tanto suelo...poco aire...¡aaa!)....
Pero, bueno basta de bobadas y vamos a lo importante. Ayer mientras me peinaba he notado mis alas. Están donde me dijiste ¿debo ocultarlas para que no  las rompan?...


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