21 oct 2013

Estaba sentada en un banco,
el sol me pegaba en el rostro.
Un viento suave toco mi cara, miró mi alma... calló mi ruido.

Sentada en alguna parte,
de algún lugar,
de este mundo roto... estaba desprolijamente plantada,
la semilla de la esperanza. Ella la alzo en sus manos,
arropó su cuerpo y cantó dulcemente, canciones de amor.

Plantada en el centro de nuestra alma,
la semilla de nuestra pacha.
Plantada en el centro de mi mirada,
la semilla de la esperanza.
Pasará, una vez más
habrá sol para
sembrar
el nuevo comienzo,
de este amanecer de nuevos corazones.

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