Si yo quisiera teñiría mi mundo
de un color azulado
para recordar tu mirada fundida en el cielo.
Si así lo quisiera le besaría los pies a mi destino
y cantaría una zamba con perfume de trigo.
Si así lo quisiéramos recordaríamos el café de la mañana
y la mirada dormida, pero nunca apagada.
Es que entre tantas idas y vueltas,
he decidido saludarte una vez más,
y me enterado -porque lo susurró mi sombra-
que el perejil era ese aroma que tenía en la mente,
y, que si así lo quiero, puedo quererme y quererte.
Los juegos de los quiero-puedo-quiero-puedo,
me llevaron una vez más a unas cuantas canciones locas,
que buscan melodías entre tus brazos,
pero se escapan solitas,
a dormir con la luna,
el viento les hará cosquillas,
la música vendrá a buscarlas-
Y sin querer, te quiero, entre tantos puedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario